Más allá de las encuestas: arte como dato, arte como saber

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Más allá de las encuestas: arte como dato, arte como saber

“Podemos obtener más y diferente información del arte que de las encuestas…Si queremos mejorar la salud y la calidad de la atención médica, debemos desarrollar estrategias de investigación que consideren el trauma y que sean culturalmente sensibles…El arte crea oportunidades para compartir y construir conocimiento.” ____ Tasha Golden Durante años,

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“Podemos obtener más y diferente información del arte que de las encuestas…
Si queremos mejorar la salud y la calidad de la atención médica, debemos desarrollar estrategias de investigación que consideren el trauma y que sean culturalmente sensibles…
El arte crea oportunidades para compartir y construir conocimiento.”

____ Tasha Golden

Durante años, la investigación en salud y bienestar ha dependido de encuestas, entrevistas y escalas estandarizadas.

Pero ¿qué sucede cuando las respuestas que buscamos están fuera de esos formatos?

¿Y si el conocimiento más valioso no cabe en una casilla de opción múltiple, sino que se esconde entre líneas de un poema, en el silencio de una fotografía, o en los movimientos del cuerpo que tiembla?

La autora e investigadora Tasha Golden lo dice con claridad y contundencia:

El arte revela cosas que los métodos convencionales no pueden ver. Nos ofrece rutas para pensar y sentir los datos desde lo humano, lo afectivo y lo encarnado.

En el Observatorio ArteMental, esa intuición es piedra angular. Nuestro trabajo parte de la certeza de que los cuerpos, los trazos, las texturas, las narrativas personales y los gestos cotidianos también son formas de saber. Saberes que no buscan una verdad absoluta, sino conexiones, aperturas y sentidos compartidos.

El límite de las encuestas

En contextos de trauma, dolor o exclusión, muchas veces las palabras no alcanzan o no están disponibles. Una encuesta que pregunta:

“¿Se ha sentido usted triste en la última semana?”
es insuficiente para alguien cuya tristeza no es reciente, ni episódica, sino estructural.

Peor aún: algunos formularios ni siquiera consideran preguntas sobre historia corporal, migración forzada, violencia estética, o vínculos digitales, todos factores que desde ArteMental leemos como parte del ecosistema emocional.

¿Y si en lugar de preguntar, invitamos a crear?

No son datos “más bonitos”: son más auténticos, más complejos, más necesarios. - Créditos al autor.

Arte como metodología: el cuerpo que habla

En su trabajo con jóvenes privadas de la libertad, Golden demuestra cómo la poesía, la escritura creativa o el dibujo permiten acceder a narrativas profundas, complejas, y muchas veces invisibles para el sistema.

Desde ArteMental hemos experimentado metodologías afines:

  • Bitácoras de piel que registran emociones a través del color, el trazo o la temperatura.

  • Fotografía contemplativa como espejo emocional de estados internos.

  • Ejercicios de “escucha del cuerpo” donde el movimiento espontáneo revela zonas de tensión o bienestar.

  • Narrativas digitales y collages identitarios, donde la capa virtual (la sexta piel) también se investiga como territorio afectivo.

Estos métodos no solo generan conocimiento: generan cuidado. Son estrategias trauma-informed porque respetan los ritmos del cuerpo y ofrecen vías de expresión no lineales. Son culturally responsive porque se adaptan al contexto, a los símbolos, a las formas de vida de cada comunidad.

¿Qué consideramos válido como conocimiento?

Esta pregunta atraviesa todo el proyecto ArteMental. Porque no basta con recopilar testimonios sensibles: hay que cambiar el marco desde el cual entendemos qué cuenta como “dato”, qué tipo de evidencia merece atención y qué voces se consideran legítimas.

El arte no valida el dato desde la repetición, sino desde la experiencia compartida.

Lo que emerge de una obra, un cuerpo o un gesto es valioso porque toca, porque moviliza, porque habla de lo que estaba callado. Y eso, en salud mental, puede ser más transformador que mil gráficas.

Pero también nos preguntamos: ¿cómo hacer que estos datos sensibles sean escuchados fuera de nuestros círculos?

Aquí vemos un reto, pero también una oportunidad. Desde el Observatorio proponemos crear formas de devolver el conocimiento a la comunidad (publicaciones, encuentros, materiales pedagógicos) y también explorar alianzas con universidades, centros de salud y políticas culturales, para legitimar esta producción de saber desde lo sensible.

Un observatorio que siente y piensa

Nos gustaría que este artículo sea también una invitación. Si eres artista, docente, cuidador, terapeuta, investigador o simplemente alguien que cree que el arte puede crear salud… te invitamos a pensar:

En un mundo saturado de ruido, el arte sigue siendo un lenguaje que escucha. Y si queremos construir salud con justicia y dignidad, necesitamos más lenguajes así: lentos, sensibles, diversos.

Como dice Tasha Golden: “Art creates opportunities to share and build knowledge.” Y en ArteMental, creemos que eso también es crear futuro.

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